Tras las elecciones, la pelota ha acabado en los tejados de IU y PSOE.
Es difícil que IU actúe en Andalucía como lo hizo en Extremadura. No
porque le falten motivos, sino porque si deja el gobierno andaluz en
manos del PP permitiría la España monocolor, dejaría en manos del PP
todo el poder del estado, tras el previsible pacto FAC - PP en Asturias,
y le facilitaría la continuación de su política de recortes sociales.
Es algo que sus votantes no comprenderían y haría retroceder a IU a los
inicios del siglo XXI, cuando su apoyo electoral se hundió hasta los dos
diputados de la anterior legislatura.
¿Qué hará el PSOE una vez conseguido el gobierno andaluz? La política
económica del PSOE, cuando ha gobernado, no ha diferido en demasía de la
aplicada por el PP, no debemos olvidar que los recortes sociales
empezaron con Zapatero y las políticas de privatización de empresas
públicas y de beneficios fiscales a empresas y rentas altas comenzaron
ya con Felipe González.
En 1996 y en el 2000, cuando el PSOE perdió la mayoría absoluta en el parlamento andaluz, formó alianza con el Partido Andalucista. Pero ahora el PSOE no tiene la muleta andalucista en la que apoyarse.
Alcanzar un pacto de legislatura con IU supone un cambio radical en las políticas económicas que han llevado a cabo. No llevarlo a cabo implicaría un reconocimiento explícito de su alejamiento de la izquierda y abandonarse en manos del PP.
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