22/12/10

La ley Sinde, rechazada

El rechazo, en la noche de ayer, a la ley Sinde en la comisión de economía del congreso supone una confirmación de que la movilización ciudadana sí puede cambiar las cosas.
Pero deja un regusto amargo. Aunque los derechos digitales de los ciudadanos son importantes, aun lo son más los derechos sociales y económicos. Esos derechos que, con la excusa de la crisis y en el ara de los mercados, se van cercenando uno a uno.
La precariedad en el puesto de trabajo, el aumento de los impuestos indirectos, la reducción de los impuestos directos a las clases más altas, los recortes en los presupuestos destinados a investigación y ciencia o el aumento en la edad de la jubilación y en los años computados para calcular la pensión son sólo unos pocos de los muchos derechos ciudadanos que se han recortado sin que la gente haga otra movilización que la crítica a los sindicatos.
A los que no se han movilizado antes porque, decían, no sirve para nada, ahora les podemos señalar: Sí sirve, pero no puedes quedarte parado.

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